América vs Atlas en Chicago!!

México en Chicago!!

Vivir en el extranjero para muchos significa lujo, dinero y derroche; para otros, sacrificio, trabajo y sufrimiento. De manera particular, visitar el vecino del norte de vacaciones es una cosa, porque viajas a un lugar en el plano de turista, conoces, te diviertes, comes, paseas, gastas y regresas a tu casa en México. Pero vivir en algún lugar de la tierra del Tío Sam es muy distinto, sobretodo si vives en una región donde predomine la población aglosajona y afroamericana. Donde el racismo sea una lamentable constante. Vivir aquí a veces es temible, caminas con bajo perfil, comes su comida o cocinas en tu casa, prefiero lo segundo. La parte económica también es difícil para los latinos, el trabajo es muy escaso y más para los mexicanos. De allí que esa población se concentre mayormente en otros espacios del país y no en este estado.

Para comenzar, organizaremos la información demográfica y documental en dos localidades, Starkville en Mississippi y Chicago en Illinois.

Mississippi.

En Mississippi, la población que señala el censo de población de 2000 muestra que está formado por el 55% de raza blanca, 37% de afroamericanos, 3% lo forman los latinos y el 5% lo forman otras razas. De esta población en la ciudad de Starkville Mississippi, que es donde me encuentro, tenemos una población 21,869 habitantes de los cuales el 64.60% son blancos, 30.02% afroamericanos, 3.75% asiáticos, el 1.34% hispanos, en su mayoría venezolanos. El resto de su población lo forman otras razas. Otra característica poblacional es la edad de sus habitantes, por ser la sede de la Universidad Estatal, la mayoría de la población es menor de 18 años y es flotante, ya que habitan mientras terminan la universidad.

Es sorprendente ver tanto universitario!!! el pueblo se mueve alrededor de la Universidad y para la Universidad.

Los latinos son una minoría muy marcada y de ésta, los mexicanos brillan por su ausencia, en el tiempo que tengo viviendo aquí, sólo he encontrado a tres paisanos!!!!  los latinos que predominan son centroamericanos y venezolanos.

De aquí que la comida mexicana sea americanizada, la música mexicana no existe, no se encuentra en los lugares donde se vende música por ejemplo. Lo único mexicano que circula y con gran aceptación es la cerveza.


Chicago.


En Illinois, las cosas son diferentes ya que su población está formada de la siguiente manera: 67.8% Blancos, 15.1% Afroamericanos, 12% Hispanos y el resto otras razas. De esta población, según el Censo de 2000, en la ciudad de Chicago la población estaba formada por el 54.99% por blancos, el 32.93% por afroamericanos, el 18.89% hispanos, el resto de otras razas.

En un artículo del Chicago Tribune, señala el aumento de la población latina en esa ciudad, aumentando así las “colonias latinas”. Informa también que del total de la población hispana, el 80% son mexicanos, de allí que haya tres grandes colonias de paisanos, marcadas y reconocidas en la ciudad. En estas colonias podemos encontrar productos, alimentos, ropa y diversos aditamentos mexicanos. Desde un mercado tradicional, hasta roma de marca mexicana.


Nacionalismo en el extranjero

Después de estar viviendo ya casi dos años en Starkville MS, de haber viajado a visitar a la familia de mi esposo en Chicago (mexicanos), ir de visita a su casa solamente, ir a comprar productos mexicanos en un mini súper, en donde compramos lo que no encontramos en Starkville. Pero al realizar las visita ó ir de turista al Skydeck en el piso 103 de la Torre Willis (antes Sears), sólo pude ver a la familia y constatar que en ese atractivo turístico se puede ver muchos extranjeros que como yo, asisten a conocer los lugares emblemáticos de la ciudad más poblada de Illinois.

Sin embargo, el día 8 de octubre, pude tener otra visión de Chicago, fué precisamente un encuentro futbolístico amistoso entre el Club América y el Atlas, los dos equipos de futbol soccer mexicano.

A mi llegada y hospedarnos en un hotel cercano al estadio Toyota Park, que fue donde se llevó a cabo en encuentro, pude percatarme de la llegada de otros “paisanos” al mismo hotel, lo cual me sorprendió,  para cenar, acudimos a una “taquería” “Los comales” muy famosa, ya que tienen una cadena a lo largo de Chicago, en ese momento observé que las personas que trabajan allí son mexicanas, comimos los riquísimos tacos de suadero, hago constar que noo son aficionada a los tacos, pero ya tenía muchas ganas de comerlos!!. Al entrar a Los Comales, vi que había pocos comensales, por lo que pude darme cuenta eran latinos.

Al día siguiente, llegamos al estadio dos horas antes del encuentro, a mi llegada, vi que la organización se hacía presente, al bajarme del auto, observé que las filas de autos ya estacionados, estaban haciendo sus carnes asadas, con sus asadores, música, refrescos y cervezas, se escuchaba la música mexicana en las grabadoras o estéreos de los autos. Conforme fui avanzando me sorprendía de la cantidad de personas vestidas con los colores azul crema de nuestro equipo. Pasó el tiempo, vimos llegar a la porra monumental y ver llegar a más y más latinos vestidos del mismo equipo, así como del contrario, claro en su minoría.

Al llegar el momento de dar inicio al partido de fútbol, el estadio estaba lleno, comenzaron las olas, los cantos, el Cielito lindo, las porras, etc. Pero todo se detuvo cuando se dio aviso del protocolo oficial. Se escuchó el Himno de Estados Unidos, algunos lo cantaron y otros sólo guardamos silencio, en seguida anuncian el Himno Nacional Mexicano, sentí ese nacionalismo correr por mis venas y me escuché cantando como en una ceremonia de los lunes en la escuela. Pero se me estremeció la piel cuando escuché el canto de los asistentes, creo que cantábamos con tanta fuerza, con tanto sentimiento como si quisieramos que México nos recordara en la distancia y en el tiempo.  Fueron dos horas de escuchar el idioma, las frases, los gritos y los clásicos estilos futboleros de mi hermoso México!!!! Según el Chicago Tribune del día 9 de octubre, hace referencia de los resultados, señalando que el estadio Toyota Park se llenó, asistiendo 20000 asistentes!!! Realmente fué una experiencia grandiosa, el haber vivido ese momento, familias completas, en donde los hijos ya muestran la transformación de la cultura, la cultura que se mezcla, ya que los padres son mexicanos y sus hijos nacieron, están creciendo, están estudiando y formándose en otro país.   Pude darme cuenta que el nacionalismo mexicano no se pierde, quizá se oculta por seguridad, por cuidar la integridad como ocurre en algunos lugares de Mississippi, en donde ser latino es malo y ser mexicano es peor!!!

Al finalizar el partido y estar felices porque nuestro equipo ganó ese encuentro, salimos del estadio tan ordenadamente que me sorprendió ver lo rápido que lo desalojaron, para cenar, quisimos despedirnos de los tacos!!! Así que emprendimos el camino hacia los ya conocidos taquitos de “Los comales”, cuando llegamos vimos que el estacionamiento estaba lleno, a diferencia de la noche anterior, cuando bajamos, mi esposo me comentó que quería cambiarse la playera, porque le daría pena que seríamos los únicos con las playeras. Como no llevamos playera para cambiarnos, se resignó y cuando llegamos entramos al lugar, la sorpresa fue que todos los comensales venían del estadio, lo digo, porque tenían la playera del equipo América o del Atlas, allí estaban, las mesas todas llenas!!  tuvimos que esperar para que nos ofrecieran una mesa, fué como si saliéramos del Azteca y pasaramos a una taquería en la Calzada de Tlalpan.  Todos saludando y despidiéndose de quien encontraban, realmente me quede muy sorprendida!!!  

En ese momento, no pude saber si eran regios, jaliscienses, michoacanos, potosinos, morelenses, guerrerenses o chilangos….todos éramos MEXICANOS!!!! hermanados por cinco horas, hermanados por dos equipos, por una afición y una pasión. Hermanados por la ausencia!!!!

Viva México en el extranjero!!!

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